TAREA 6 ETICA

Resumen del Artículo sobre la Conciencia Moral

El artículo analiza la ética y la moral como fenómenos culturales, examinando la multiplicidad de enfoques científicos contemporáneos para entender la moral como fenómeno social desde una perspectiva dialéctico-materialista. Esto incluye la dinámica de la actividad moral, las relaciones morales y la conciencia moral, revelando cómo la moral regula la conducta humana a través de la conciencia moral y sus mecanismos socio-psicológicos.

La ética y la moral son consideradas dimensiones de la cultura, con la moral entendida como una propiedad cualitativa de las relaciones sociales reflejada en la conciencia a través de normas, principios y valores. Históricamente, la ética ha evolucionado desde las reflexiones filosóficas de figuras como Aristóteles, quien definió la ética como la ciencia de las virtudes, mientras que los romanos, siguiendo a Aristóteles, desarrollaron el término "moralitas" para referirse a los mismos fenómenos. Aunque en el lenguaje cotidiano se utilizan indistintamente, en un contexto científico es necesario diferenciarlas: la ética es la teoría y la moral es el fenómeno práctico.

La conciencia moral, entendida como una forma de la conciencia social, se expresa en sentimientos, estados de ánimo, conceptos, juicios valorativos, normas y principios. Los individuos interiorizan estas normas y valores sociales a través de su voluntad, destacándose que no hay mecanismo externo que logre moralizar al individuo sin que este lo internalice. La conciencia moral, por tanto, refleja la relación entre la necesidad histórica y la libertad individual para elegir una conducta moral.

La moral funciona como un fenómeno regulador de la sociedad, influenciando tanto las relaciones del individuo con la sociedad como las relaciones interpersonales. Aunque la regulación moral comparte funciones con otras formas de regulación social, su especificidad radica en su contenido valorativo-imperativo. La moral, más que cualquier otra forma de regulación, penetra todas las esferas de la actividad humana y las relaciones sociales, operando de manera extrainstitucional y siendo sancionada principalmente por la opinión pública.

La regulación moral se distingue por su carácter normativo, fusionando la valoración y el mandato en un imperativo que es universal y general. Para que la exigencia moral se concrete, debe ser aceptada y transformada en un deseo subjetivo por el individuo. Esta dualidad refleja la dialéctica de lo objetivo y lo subjetivo, lo material y lo ideal en la actividad humana. Aunque la moral establece la autonomía de la personalidad en la toma de decisiones, también orienta hacia intereses generales y altruistas.

La conciencia moral desempeña un papel crucial en la regulación de la conducta humana, reflejando las exigencias morales de la sociedad y estando condicionada por el sistema de relaciones morales existentes. Cada época histórica genera una estructura específica de la conciencia moral, aunque hay rasgos generales que la distinguen de otras formas de conciencia social. Desentrañar esta estructura común es un desafío metodológico, pero es esencial para interpretar la moral como un fenómeno con integridad y continuidad.

En resumen, la conciencia moral es el reflejo de normas y valores sociales interiorizados por el individuo, actuando como un regulador intrínseco de la conducta que fusiona la reflexión filosófica y la acción práctica, orientada tanto por la necesidad histórica como por la libertad individual.

ALEJANDRO JOSÉ GUERRA HERRERA